La dirección facultativa es el conjunto de profesionales encargados de dirigir y controlar las obras de construcción de un proyecto arquitectónico, garantizando que se ejecuten de acuerdo con los planos, especificaciones técnicas y normas legales en vigor.
La dirección facultativa suele estar compuesta por tres figuras principales:
El director de obra: es el arquitecto responsable del proyecto, encargado de supervisar la ejecución de la obra, velar por el cumplimiento de los plazos, costes y calidad, y coordinar a los diferentes profesionales implicados en la construcción.
El director de ejecución de obra: es el aparejador o arquitecto técnico encargado de realizar el control técnico de la obra, comprobando que se cumplan las especificaciones técnicas y la normativa aplicable, elaborando certificaciones y realizando mediciones y valoraciones de la obra ejecutada.
El coordinador de seguridad y salud: es el profesional encargado de garantizar que se cumplan las medidas de seguridad y salud laboral en la obra, velando por la prevención de riesgos laborales y coordinando las actuaciones de los diferentes agentes implicados en la construcción.
En resumen, la dirección facultativa es fundamental para garantizar el correcto desarrollo de una obra, asegurando que se ejecute de manera eficiente, segura y conforme a los criterios establecidos en el proyecto inicial.
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